11.5.17

Héroes, villanos y oportunistas

La catástrofe climática que devastó a Comodoro Rivadavia hace poco más de un mes, dejó un tendal aún mayor que la gran cantidad de familias damnificadas e infraestructura destruida. La emergencia desató lo mejor de la gente, su solidaridad desinteresada y la fuerza para salir adelante, pero también, en algunos casos, lo peor. Por suerte, respecto a esto último, fueron minoría quienes optaron por sacar ventaja de la situación, pero es algo que se debería erradicar por completo.

Héroes, aquellos anónimos y no tan anónimos, que se pusieron a disposición de sus vecinos, ya sea mediante donaciones, ayudando a sacar agua y barro, alojando a personas que, en algunos casos, no conocían, llevando un plato caliente a quienes no tenían para comer, entre otras actitudes que hablan de la calidad humana que poseen la mayoría de los comodorenses. Héroes también, quienes desde otros puntos del país organizaron movidas para recolectar todo lo necesario para los afectados en nuestra ciudad, incluso sin tener siquiera un familiar o amigo viviendo en estas tierras.

Villanos, los que aprovecharon la catástrofe para generar más caos, saqueando lo poco que le quedaba a algunas familias, llevando donaciones para luego venderlas, inventando cadenas con informaciones falsas en las redes sociales por diversión o interés y otros actos maliciosos poco razonables en relación a lo que se estaba y está viviendo, aún para quienes no suelen hacer de la buena conducta una forma de vivir.

Por último, los oportunistas. Quizás lo más preocupante, en cierto modo. Personas supuestamente preparadas, con experiencia en sus profesiones, más allá de su credibilidad o ideología. Socios del Club de Adoradores del Flash, diría alguien que peina canas. Gente cuyo ego le hizo creer que parecer es más importante que ser, que sacar chapa automáticamente los transforma en héroes.

Algunos, desde atrás de los micrófonos, buscando el pelo al huevo, vendiendo pescado podrido, tirando versiones a conveniencia o intentando provocar a los vecinos para empeorar más las cosas, no con empatía ni pensando en la situación desesperante y en el dolor de los damnificados, sino por beneficio propio. Otros, apareciendo estratégicamente ante las cámaras o publicando selfies en redes sociales para mostrar que son héroes en este lío.

El denominador común para todas estas actitudes es el intentar poner el ego o la chapa por sobre los demás. Eso no es ser héroe, ni califican siquiera como villanos. Es ser una pobre persona entendiendo mal aquel mensaje de Mascherano en Brasil, creyendo que la mayoría de la gente es capaz de tragarse semejante sapo. El yoyó ya fue, era un juego de niños décadas atrás. Nunca un valor que te convierta en héroe.

1 comentario:

Unknown dijo...

NOMBRES... sino es mas de lo mismo